«No era un animal, quizá tampoco un ser humano, parecía un ángel roto, perdido, ignorado.» En el corazón de esta novela habita una profunda reflexión sobre la insondable condición humana y nos asoma con empatía al mundo de lo diferente y lo anómalo, en un desfile de personajes entrañables y con vidas al límite. Arriaga da un giro en su narrativa con esta magistral novela, cuya fiereza conduce al lector al vértigo y a confrontarse consigo mismo en sus más íntimos miedos, penas y prejuicios.